No lo notas y de hecho está hecho así a propósito: para que no te des cuenta de que sucede a tu alrededor mientras tu disfrutas de una vida tecnológica plena.
Hace tan solo unos años, lanzar cualquier actualización de una aplicación de éxito o de un programa informático era el momento de la verdad para sus creadores.
Se paraba el tiempo.
Los programadores, los equipos de sistemas y los directivos mantenían la respiración durante segundos para darle al botón de lanzar y esperar, con los dedos cruzados, que no hubiera ningún fallo.